En agosto los conflictos sociales fueron 85, lo que representa una disminución respecto al mes de julio pasado; 69% fueron casos nuevos y 31% de meses anteriores.
Aunque los conflictos por temas económicos siguen siendo los más numerosos, su porcentaje se redujo a 24,5% del total (18% por la situación económica y las medidas adoptadas y 7% por temas laboral salariales). Los conflictos por prestación de servicios públicos experimentaron un notable incremento, llegando a 21,6%; aquellos por medidas legales a 14.7%; los casos por la gestión institucional a 13,7%; y por recursos naturales y medio ambiente aumentaron a 6,9%. Es necesario señalar que los conflictos por cuestionamiento o reconocimiento de autoridades ascendieron a 4,9% del total, al igual que los de carácter ideológico político.
Si bien la moderación es una característica de la conflictividad boliviana, también lo es la existencia de algunos casos especialmente violentos, en los que se produjeron 2 bloqueos de carreteras, 8 tomas de instalaciones, 1 toma de rehenes, 7 destrucciones de bienes, 3 enfrentamientos con fuerzas del orden y 7 enfrentamientos entre sectores de la sociedad civil, que dejaron 51 heridos y 83 detenidos.
Los conflictos más violentos fueron: el de la Federación de Choferes 1° de Mayo en rechazo al funcionamiento de los buses Puma Katari y Chiki Titi en nuevas rutas en La Paz; y nuevamente el de propietarios de terrenos en las urbanizaciones Santa Lucía y Colinas de Andalucía en Sacaba, Cochabamba, debido a su toma por loteadores y el de ADEPCOCA, esta vez debido a la toma de su Centro de Atención Medica Integral por afines al MAS.